Enguany, l'article que representa la nostra confraria en el programa-revista de la Setmana Santa d'Ontinyent, no l'ha redactat el nostre Clavari sinó una confraressa que ha volgut expressar els sentiments que li provoca la seua participació en la Processó del Silenci i com sent la nostra entitat. Moltes gràcies a Lydia Micó Albuixech per haver volgut prendre la paraula.
TODO
UN MUNDO LLENO DE SIGNIFICADO
La Semana Santa es la festividad más
importante para los cristianos, donde se representa el porque de nuestra
creencia narrada desde la pasión y resurrección de Jesucristo. Estas fechas
envuelven a cada uno de nosotros de una manera especial y única, haciendo
aflorar todo tipo de sentimientos que logran acercarnos cada vez más a la fe
cristiana.
Desde la cofradía de la Soledad vivimos
con especial devoción estas fechas englobando a cada uno de nosotros en un
ámbito de fraternidad, ya que se celebran un gran número de reuniones en las
cuales quedamos para comer, y al mismo tiempo se proporcionan una serie de
actividades destinadas a los niños para que entre ellos puedan forjar poco a
poco una amistad. Nosotros como portadores de la imagen de la Soledad queremos
acompañar a nuestra madre la Virgen María durante todo el trayecto de su propio
calvario, para recordarle que nunca más estará sola, que nosotros siempre
estaremos a su disposición, y que no importa lo larga y dura que sea esta
odisea, ya que el día de la resurrección podrá reencontrarse con su hijo.
Por suerte este año en la procesión del
silencio pude encarnar el papel de María Magdalena en uno de sus mayores
momentos de sufrimiento, ya que en ese instante se veía sola, sin el amparo del
único hombre que la hizo cambiar y guiar por el buen camino, aceptándola tal y
como era dentro de un mundo de hombres. Para mí, María Magdalena simboliza la
fuerza de voluntad, el cambio y el amor incondicional hacia el hombre que la
salvó del pecado. Ella representa la esperanza de cambio, la seguridad de
encontrar una puerta abierta o una mano que nos sujete y nos empuje a avanzar,
a pesar de tener la sensación de estar sumergidos en una espiral de
desconcierto y oscuridad.
Espero
que siguiendo el modelo de María Magdalena os llenéis del aliento necesario
para continuar el camino, recordad que nunca más podréis sentiros solos y que
siempre estará esa mano que os acompañará al caminar.
Feliz Semana Santa
Lydia
Micó Albuixech
